Este libro no es un ensayo, ni un estudio analítico de los mecanismos que determinan las elecciones ideológicas individuales de la juventud española contemporánea. Cómo sacar el comunismo de la cabeza de los jóvenes españoles es una guía lógica, sarcástica, metafórica, psicológica y terapéutica para curar una enfermedad llamada neo-marxismo. Una cura, un tratamiento, una vacuna épica y lírica al mismo tiempo, en la que los argumentos históricos tienen un peso muy reducido en comparación con los morales. El comunismo es una enfermedad. Partiendo de esta convicción, me centré estrictamente en la curación de la ceguera ideológica, en la supresión de la propia utopía igualitaria, en el tratamiento de las alucinaciones provocadas por el virus marxista.
Se analiza con paciencia y profesionalidad la visión de los dirigentes de la Unión Juvenil Comunista Española, retrógrada y perversa en el sentido más vil de estos atributos, promovida en congresos y fiestas del Partido Comunista Español, destacando el sustrato falaz de un discurso inmoral. Basándose en la incapacidad de las democracias contemporáneas para regular las desigualdades sociales a través de leyes y programas gubernamentales, la retórica neocomunista se presenta como salvadora de la humanidad, intoxicando con los mismos principios ideológicos, obsoletos, por los cuales el comunismo murió en todos los países de la Europa del Este, a la juventud cautiva en un universo ilusorio e inflamado. El comunismo no se puede crear de otra manera. No se puede modernizar, reciclar, renovar. El comunismo es un fantasma con rostro de ángel, bajo un halo cuyas espinas solo crecen. Un monstruo sacado de los cuentos de hadas escritos por Karl Marx, una visión cuya llamada, de seguirla, te guía hacia el manicomio. En la forma en que los líderes de la extrema izquierda española presentan hoy su programa político, estos infligen un grave abuso psicológico a toda una generación, un abuso susceptible de entrar en el ámbito del derecho penal.
En ausencia de un dios auténtico, los líderes religiosos proyectan en las mentes de los feligreses mundos y dioses imaginarios. El Edén marxista es tan alcanzable como el bíblico, y los jóvenes comunistas españoles son Adán y Eva caminando con el culo al aire entre los ángeles. La mentira, en su forma comunista contemporánea, es más fresca y apetecible que nunca. Los galones dorados en el pecho de su uniforme están hechos de oro falso. El único desinfectante contra esta enfermedad es la lectura: profunda, constante, valiosa. Sin compromisos partidistas, sin influencias chovinistas-extremistas, sin fervor.
Los jóvenes comunistas españoles deben llenar los vacíos de la visión marxista con un realismo democrático científicamente probado, para poder superar la prueba de la moral cívica. Para poder mirar y descubrir, por ellos mismos, en la gran pantalla de la dignidad, el caos reinando en sus mentes. La disección moral puede calmar el efecto alucinógeno de algunas lecturas superficiales, puede templar el flujo de la adhesión incondicional, con un efecto beneficioso de concienciación. La democracia genuina es nuestro hábitat sociopolítico natural. El estado de derecho no es un ratón para disecar.
Joven comunista, cuando comprendas la gran mierda en la cual pisaste, te lavarás las manos, la cara, los pies, pero sobre todo el cerebro. Solo entonces unas náuseas inmensas te invadirán con todo aquello que antes te había fascinado en el enfoque estalinista. El comunismo es una olla grande, llena de mierda y que, justo encima, tiene un poco de miel. En cuanto te sumerjas en la olla, la capa de miel se gasta y queda solo la mierda. Esto es lo que nos reveló el pasado.
Daniel Borgula –
He leído “Cómo sacar el comunismo de la cabeza de los jóvenes españoles” escrito por Ioan Silvan y debo decir que es una obra sumamente interesante y esclarecedora. El autor aborda de manera clara y concisa el problema del comunismo en la juventud española, y ofrece soluciones prácticas para combatirlo. Me gustó especialmente el enfoque positivo y constructivo del libro, que busca enseñar valores como el trabajo duro, el mérito y la responsabilidad individual en lugar de simplemente criticar al comunismo. Recomiendo esta obra a todo aquel que esté preocupado por la influencia del comunismo en nuestra sociedad.
silvan –
Gracias Daniel! Creo que este libro es mi mayor contribución a la sociedad española, en este momento.